El turismo internacional es un fenómeno muy extendido durante los últimos cincuenta años. Significa visitar cualquier país en el que no vivas de forma permanente, por entretenimiento, turismo, recreación o expandir tus horizontes.
Hay una serie de matices en el turismo internacional. Cuando te vas a un país vecino, trabajar en un contrato durante seis meses ya no será turismo. Si vives en Turquía durante un par de años y te diviertes todos los días, tampoco te pueden llamar turista internacional. Permanecer en el país por más de un año equivale a residencia permanente. Un turista sigue siendo un viajero. Pero no importa cómo viaje: en avión, en barco, a pie o en bicicleta.
Los comerciantes antiguos pueden llamarse los primeros viajeros. Los comerciantes de seda y especias viajaron miles de kilómetros para llegar a su destino final. Durante los Grandes Descubrimientos Geográficos, los temerarios se apresuraron a encontrar nuevas tierras y descubrir rutas marítimas inexploradas. Viajar en esos días era una ocupación peligrosa, por la que fácilmente podías pagar con tu vida.
Y solo a principios del siglo XX, el turismo se convierte en un fenómeno de masas. Gracias a los avances tecnológicos, las personas han podido viajar por todo el mundo en tren y en barcos y aviones de alta velocidad. Viajar se volvió más cómodo y rápido.
En el ámbito económico, el turismo ha comenzado a desempeñar un papel cada vez más importante.
En los últimos años han aparecido tipos relativamente nuevos de turismo internacional: turismo extremo, turismo de salud, turismo de negocios y turismo de estudiantes. La gente viaja no solo para conocer nuevos países, sino también por la emoción de aprender un idioma extranjero o practicar yoga o un tratamiento en clínicas ayurvédicas. A todo esto también se le llama turismo internacional.
En Rusia, el turismo internacional se ha convertido en un fenómeno de masas solo después de la abolición del Telón de Acero. No tienes que ser millonario para que el mundo se abra frente a ti. El desarrollo de los medios de comunicación hace posible viajar sin reservar hoteles caros. Basta con encontrar una persona en Internet que te proporcione su propio refugio a cambio del mismo servicio. Una gran cantidad de aerolíneas ofrecen importantes descuentos en vuelos y ya no tendrá que ahorrar varios años para un viaje al otro lado del mundo. El mundo está más abierto que nunca y el número de aficionados al turismo internacional crece cada año.
