Uno de los centros turísticos más famosos de la península del Sinaí es Nuweiba. Una vez esta ciudad era pequeña, pero ahora se ha convertido en un complejo bastante grande, que se encuentra a 85 kilómetros al norte de Dahab, enclavado entre las altas colinas del desierto y el Estrecho de Aqaba.
Ahora Nuweiba ni siquiera se llama el asentamiento en sí, sino una sección de la costa en la que se encuentran muchos pequeños asentamientos, así como el puerto de Nuweiba, que, por regla general, es utilizado por transbordadores de pasajeros que navegan hacia la costa de Arabia Saudita.. En el pasado lejano, Nuweiba fue el punto más importante en el camino de la peregrinación musulmana a La Meca.
Nuweiba es un asentamiento dividido en 2 centros principales: Nuweiba Muzayana, que se encuentra a 7 kilómetros al sur de la ciudad, y Nuweiba Tarabin, ubicado a 2 kilómetros al norte de la ciudad.
El complejo de Nuweiba es famoso por la increíble variedad y belleza de los arrecifes de coral, gracias a los cuales existen excelentes condiciones para el buceo. Otro atractivo de este lugar es una bahía muy pequeña con una "playa de delfines" única. El caso es que en esta orilla vive una familia beduina, que de alguna manera logró domesticar a varios delfines. Esto permitió a las agencias de viajes emprendedoras incluir "nadar con delfines" en su excursión al Sinaí.
El monte Moisés, de 2285 metros de altura, se convierte cada año en objetivo de miles de peregrinos. Según una antigua leyenda, fue en esta montaña donde Moisés recibió los mandamientos bíblicos de manos de Dios. La tradición dice que aquellos que se encuentren en el monte de Moisés al amanecer serán perdonados por todos sus pecados. Al pie de la montaña, donde, según la leyenda, tuvo lugar la conversación entre Moisés y Dios, ahora se encuentra el monasterio de Santa Catalina, que se considera el monasterio ortodoxo más antiguo del mundo.
Otra atracción famosa del Sinaí es el Cañón Coloreado. Un regalo increíble de la naturaleza: rocas de arena y piedra que brillan con todos los colores del arcoíris, desde el blanco puro y modesto hasta el rojo brillante y agresivo. Se ve genial e inolvidable.