En la isla de Bali, la religión principal es la hindú, formada como resultado de una mezcla de diferentes religiones orientales, incluidas las creencias paganas primitivas. La vida religiosa y las visitas constantes a sus templos son una parte importante de la vida de los balineses. Todo residente local disfruta de ciertos privilegios desde que nace, ya que en Bali se cree que su alma está un poco más cerca del cielo.
Durante bastante tiempo, a los bebés no se les permite tocar el suelo, ni siquiera por un momento, considerándolo "inmundo" para sus almas aún frágiles, hasta que llega el momento de ciertos rituales. Por ejemplo, este es el primer cumpleaños o alguna otra fiesta en la que el sacerdote presenta un regalo al recién nacido. Esto marca el comienzo de una serie de rituales que acompañan la vida de cada balinés hasta su muerte.
Algunas costumbres pueden parecernos extrañas e incluso un poco crueles, pero, afortunadamente, no han sobrevivido hasta nuestros días. Incluso las vacaciones más cortas en Bali le permitirán darse cuenta de lo importante que es la religión en la vida de los balineses. Toda su trayectoria vital se caracteriza por una serie de rituales. Algunas acciones rituales se llevan a cabo colectivamente en los templos, otras se realizan a diario por cada persona por separado en casa.
La tarea principal de cada rito es purificar. No es de extrañar que el ritual local más importante sea la limpieza espiritual con agua bendita. Según las leyendas religiosas locales, aquellos que denigran el alma con malas acciones, después de la reencarnación, podrán convertirse en seres malvados. Y aquellos que purifican sus almas tienen todas las posibilidades de convertirse en dioses.
En cuanto al ritual espiritual de purificación, se realiza con agua. El agua bendita es un conductor de los poderes de los dioses y al mismo tiempo un contenedor de poderosa energía. El lugar más común para esta ceremonia es el Templo de Tahan Lot con una fuente sagrada ubicada en él. El rito de limpieza allí puede ser realizado no solo por los lugareños, sino también por los turistas. La limpieza con agua de manantiales sagrados produce una sensación asombrosa.
