Un total de aproximadamente 6.000 relámpagos ocurren en el planeta cada minuto. Los rayos no solo pueden dañar a una persona, sino también matar en el acto. La mayoría de las muertes se pueden prevenir si se toma en serio este fenómeno natural y se protege de encontrarse con él a tiempo.
Instrucciones
Paso 1
La forma más segura de protegerse de los rayos es esconderse en una habitación con ventanas y puertas bien cerradas. En este caso, es necesario apagar todos los teléfonos y desenergizar la casa (apagando los aparatos eléctricos), ya que la descarga eléctrica provocada por un rayo puede ingresar a la habitación directamente a través de la línea telefónica o cableado eléctrico.
Paso 2
No se duche, no se lave las manos, los platos ni use agua para otros fines mientras esté en casa durante una tormenta eléctrica. El agua es conductora de electricidad y puede ser peligrosa.
Paso 3
Si una tormenta eléctrica lo golpea afuera, manténgase alejado de árboles, postes de metal, cables de alto voltaje, cercas altas y puertas de hierro. Incluso un paraguas con mango de metal es peligroso de sostener. Los rayos se sienten atraídos por estos objetos, a menudo lanza una carga a través del metal, que puede golpearlo si está en contacto con un objeto peligroso.
Paso 4
Si está en un automóvil, deténgase, apague el motor, la radio y la radio, y cierre todas las puertas y ventanas. Siéntese adentro hasta que termine la tormenta.
Paso 5
Retira de ti mismo y deja a un lado de 5 a 10 metros todos los objetos metálicos que llevas encima o guardados en tus bolsillos. Conducen perfectamente las descargas eléctricas.
Paso 6
Nunca se siente cerca de un fuego durante una tormenta. La columna de aire caliente tiene relativamente poca resistencia debido a la ionización parcial.
Paso 7
Evite estar en aguas abiertas durante una tormenta eléctrica. Si un rayo golpea el agua, golpeará la superficie del agua dentro de un radio de 100 metros.
Paso 8
Si su cabello de repente se electrifica y se eriza, podría significar que está a punto de ser alcanzado por un rayo. Para protegerse, arrodíllese, coloque las manos sobre la cabeza e inclínese hacia adelante. No se acueste en el suelo, agáchese con fuerza.