La República Checa es uno de los países europeos más fabulosos, que es muy popular entre los viajeros de todo el mundo. La temporada turística está abierta todo el año allí, pero hay algunos meses en los que el clima no favorece los largos paseos por las calles checas más bellas. Estos incluyen noviembre, un mes bastante frío y lluvioso para viajar a este país.
El tiempo en República Checa en noviembre
Noviembre en la República Checa puede ser diferente. La temperatura del aire durante el día puede variar de +7 a + 13 ° C, y por la noche bajar un par de grados bajo cero. A veces caen días bastante cálidos y soleados cuando el termómetro sube a 15 ° C. Por supuesto, caminar con ese clima es mucho más agradable.
Muy a menudo en noviembre llueve y sopla un viento frío, y más cerca del final del mes, puede caer nieve fina. A finales de noviembre, las heladas son posibles incluso durante el día. Sin embargo, año tras año no es necesario, por lo que antes de viajar a la República Checa este mes, definitivamente debes familiarizarte con el clima para la próxima semana.
Un paraguas o una chaqueta con capucha deben convertirse en tus compañeros constantes para las caminatas en Praga en noviembre, ya que el clima puede cambiar en solo una hora.
Qué ver en la República Checa en noviembre
En primer lugar, en la República Checa vale la pena visitar la capital, Praga, que es hermosa y emocionante en cualquier clima. Si en noviembre hay días soleados y relativamente cálidos, lo mejor es dedicarlos a paseos por el casco antiguo de la ciudad. Es famoso por sus muchos edificios antiguos y muy hermosos y sus calles estrechas con muchos cafés y restaurantes acogedores. Y también visite el Castillo de Praga al otro lado del río Vltava, donde solía estar la residencia de los reyes checos, y hoy presidente del país.
El Castillo de Praga también es famoso por la Catedral de San Vito, una estructura increíblemente hermosa erigida durante 4 siglos.
Cuando llueve y hace frío en Praga, puede visitar varios museos y exposiciones, de los cuales hay bastantes. O vaya al Teatro de las Sombras, ubicado junto a la Plaza de Wenceslao, donde los actores locales realizan fascinantes actuaciones basadas en el juego de luces y sombras. Por cierto, el conocimiento de un idioma extranjero no es en absoluto necesario para comprender la trama de la actuación.
Desde Praga puedes hacer un recorrido por los castillos checos, ubicados en los lugares más bellos de este país y con una fascinante historia de construcción. En una excursión de este tipo, puede aprender muchas cosas interesantes sobre la historia de la República Checa y los aristócratas que vivieron allí.
Desde Praga también puede ir a la pequeña ciudad de cuento de hadas de Cesky Krumlov, que se encuentra a unas horas en autobús. Esta ciudad es famosa por su fascinante leyenda, su encanto especial y su hermoso parque. Y los fines de semana, se lleva a cabo una feria en la plaza principal de Krumlov, donde se pueden comprar productos locales y degustar la deliciosa cocina checa. Así que en noviembre en la República Checa puedes pasar un tiempo muy emocionante, descubrir muchas cosas nuevas e interesantes.