A finales de junio de 2012, la Comisión Electoral Central de Egipto anunció que Mohammed Morsi fue elegido jefe de estado. El líder del partido islamista Hermandad Musulmana, anteriormente prohibido en Egipto, Mursi llegó al poder luego de una tensa lucha en la segunda vuelta de las elecciones. Los residentes de Rusia expresan su temor de que el cambio de gobierno pueda afectar negativamente las vacaciones turísticas en este país africano.
En una conferencia de prensa celebrada en Moscú, el embajador de Egipto en Rusia, Alaa Elhadidi, trató de disipar los temores de los turistas rusos asociados con la llegada al poder de un islamista radical. Mohammed Morsi, después de ganar las elecciones, terminó su membresía en la organización "Hermanos-Islamistas", cumpliendo sus promesas electorales. La independencia de las fuerzas políticas del país hace posible que Mursi se llame a sí mismo "presidente de todos los egipcios".
Anteriormente en la prensa hubo informes de que si el líder islamista gana las elecciones, los turistas de otros países se enfrentarán a restricciones. Hablaron sobre la próxima división de las playas egipcias en mujeres y hombres, una fuerte reducción en la venta de bebidas alcohólicas y la prohibición de la aparición de mujeres en lugares públicos en trajes de baño abiertos. El embajador egipcio aseguró a los periodistas que tales restricciones no se introducirían en el país, que goza de una popularidad estable entre los turistas de Rusia.
Los ingresos por turismo representan más del 10% del producto interior bruto de Egipto. Este sector de la economía emplea aproximadamente a la mitad de la población del país. Por lo tanto, ningún líder tomará riesgos y tomará decisiones que puedan afectar negativamente el desarrollo del turismo, dijo Alaa Elhadidi. Como ejemplo, el embajador egipcio citó a Turquía, que, al ser un país musulmán, no impuso tales restricciones a los turistas.
Los expertos señalan que después de las elecciones presidenciales, la situación en Egipto es tranquila, no hay motivo para disturbios. Al mismo tiempo, siguen vigentes las recomendaciones para que los turistas no visiten las grandes ciudades del país en la medida de lo posible, para no convertirse en víctimas involuntarias del enfrentamiento de grupos políticos, cuya probabilidad no puede descartarse por completo. Los más seguros y atractivos para los rusos son los balnearios del Mar Rojo.