La ciudad de Kolomna, cerca de Moscú, se encuentra al sur de la capital, y su nombre se notó por primera vez en los manuscritos de 1177. El nombre Kolomna proviene del lugar en la orilla del río donde se encontraba el bazar, o en la forma antigua: menok, es decir. "Cerca de mí" o Kolomna.
Historia de Kolomna
Debido a su excelente posición geográfica: en la encrucijada de las rutas comerciales terrestres y fluviales, en la parte central de las tierras de la Rusia central, Kolomna adquirió durante mucho tiempo una importante importancia militar-comercial para Rusia. Después de que Moscú se convirtió en la capital del estado ruso, la ciudad de Kolomna en 1301 fue la primera en ingresar al principado de Moscú y contribuyó activamente a su formación. Casi dos siglos después, en 1525, comenzó allí la construcción de un poderoso Kremlin de piedra, que convirtió a Kolomna en un puesto de avanzada inexpugnable. Los muros de piedra sirvieron como una fuerte protección para los residentes de la ciudad de los enemigos externos, y el Kremlin de Kolomna nunca fue tomado por asalto.
Kolomna es un lugar en la intersección de tres ríos: los ríos Kolomenka, Oka y Moskva. Tres principados lucharon por la posesión de Kolomna, fue ocupada por los polacos, arruinada por los tártaros e intentó tomar a Ivan Bolotnikov. La ciudad estaba en llamas con incendios, plagas y fue defendida durante los años de guerra. Durante muchos siglos de su turbulenta vida, el pequeño Kolomna pudo preservar y restaurar muchos objetos arquitectónicos que están abiertos a los turistas en la actualidad.
Sitios de interés en Kolomna
El mismo Kolomna Kremlin todavía está abierto a los visitantes. Según la leyenda, es aquí donde se esconden a salvo los tesoros de la odiosa Marina Mnishek, una prisionera recalcitrante de una de las torres del Kremlin. Dicen que ella, convertida en urraca, aún voló libre.
Inmediatamente detrás de los muros de piedra del Kremlin, comienza la parte comercial: Posad, con edificios de los siglos 17-18. Aquí puede visitar la casa donde nació Ivan Lazhechnikov, un escritor-historiador cuyas novelas describen las costumbres y la vida del viejo Kolomna.
La manzana no solo ayudó a Newton a idear la ley de la gravitación universal, sino que también enseñó a los habitantes de Kolomna a hacer malvaviscos. Había tantas manzanas en los jardines locales que la gente simplemente no sabía qué hacer con ellas. Y en el siglo XV, por casualidad, mientras cocinaban mermelada de manzana, obtuvieron un postre muy sabroso: el malvavisco, que luego conquistó toda Europa. La fama de esta marca gastronómica se plasma en el museo local.
Un excelente lugar para familiarizarse con la historia de Kolomna es el complejo del monasterio Staro-Golutvin, construido por el glorioso Sergio de Radonezh en 1374. Entre los edificios religiosos de la ciudad en la Plaza de la Revolución se encuentra la Iglesia de San Juan el Teólogo con el campanario más alto de la ciudad, la Catedral de la Asunción, fundada por Dmitry Donskoy, la Catedral de Tikhvin.