Debido al colapso financiero, muchos turistas se preguntan si vale la pena ir de vacaciones a Grecia y si no es peligroso en el país ahora. Un clima deslumbrante, una costa azul del mar Egeo y una hospitalidad sincera: eso es lo que todavía espera a los viajeros en este estado soleado.
La crisis política y económica en Grecia, junto con noticias impactantes de los medios de comunicación, ha convertido este pedazo de paraíso en una de las peores opciones de planificación de vacaciones. Gracias al boca a boca y las redes sociales, se crea una sensación, como resultado de lo cual los turistas pueden observar imágenes aterradoras de este país una vez soleado y alegre. Sin embargo, ¿la realidad es tan terrible y es posible ir a Grecia esta temporada?
Según los ciudadanos nacionales que han estado viviendo en el extranjero durante mucho tiempo, ir a Grecia ahora no solo no es peligroso, sino que también es rentable. Los centros turísticos más populares del país todavía reciben a los huéspedes con una hospitalidad genuina. Los viajeros son recibidos por el clima elegante y la fascinante cocina de la costa mediterránea, que, junto con los bajos precios de los viajes organizados, hacen de Grecia uno de los destinos más rentables de este año.
En este momento, los operadores turísticos están tratando de implementar todos sus programas, ofreciendo recorridos de última hora a precios extremadamente asequibles. Debido a la crisis, la población local necesita dinero más que nunca, por lo que los griegos se alegran de cada huésped y tratan de ofrecer un servicio de la más alta calidad. Además, el país todavía está abierto a los negocios y puede ofrecer atractivas opciones de inversión en el contexto de una situación inestable en el mercado financiero.
Los rumores de problemas con el desembolso de efectivo en los cajeros automáticos en Grecia resultaron ser falsos. Para los turistas extranjeros que no tienen cuentas bancarias griegas, no hay límites de retiro. En cualquier caso, siempre puede llevar dinero en efectivo. Además, la mayoría de los hoteles y restaurantes aceptan tarjetas de crédito. Los centros turísticos todavía están llenos de turistas felices, y los cafés y tabernas locales están llenos de visitantes. Los fanáticos de los viajes independientes pueden moverse libremente por el país en autobuses, transbordadores y coches de alquiler, porque no hay escasez de combustible en Grecia.