En el noreste de España, a 60 kilómetros de Barcelona, se encuentra la tranquila y acogedora ciudad de Blanes. Pertenece a los balnearios de la Costa Brava y está bañada por el suave mar Mediterráneo. El sol brilla aquí casi todo el año y el clima mediterráneo es propicio para la relajación. A veces soplan vientos, pero no causan molestias, solo traen frescor en los días calurosos.
La historia de Blanes se remonta al siglo III a. C., por lo que la ciudad tiene algo de qué presumir para muchos huéspedes. La edad de oro de Blanes cayó en los siglos XII-XIV, cuando fue gobernado por la familia aristocrática de Blanes. La ciudad recibió muchos privilegios debido a su favorable posición geográfica y la presencia de un puerto.
La centenaria historia de Blanes se refleja en sus múltiples atractivos. Las ruinas del castillo, que perteneció a los vizcondes de Carbert, tienen 1000 años. La atalaya de San Juan del siglo XI ofrece una magnífica vista de toda la ciudad y sus alrededores. En las afueras de Blanes hay una basílica románica del siglo XII, la Basílica de Santa Bárbara. En la propia ciudad, puedes ver una gran cantidad de catedrales e iglesias, incluida la iglesia de Santa María del siglo XIV. La Iglesia de Santa Bárbara sorprende por su belleza y grandeza, y el monasterio de Santa Ana, construido en estilo gótico, ha sobrevivido de la Orden de los Capuchinos.
La historia centenaria de Blanes se conserva en el “Casco Antiguo”, que contrasta con los edificios modernos. En Blanes, puedes pasear por las estrechas y singulares calles medievales, transportándote un rato al ambiente de siglos pasados.
La ubicación de Blanes permite además realizar excursiones a otras ciudades. A solo 60 kilómetros de distancia se encuentra Barcelona, cuyos lugares de interés son simplemente imposibles de ver en un día. Para aquellos que les gusta combinar unas vacaciones relajantes con diversión ruidosa, es recomendable salir una de las noches en Lloretta, famosa por su rica vida nocturna, que se desarrolla en clubes chic, bares y numerosas discotecas. Puedes sentirte como un pirata intentando apoderarse de una de las fortalezas de Tossa de Mar. Los aficionados a la pintura no podrán negarse a un viaje a Figares al teatro-museo del destacado Salvador Dalí. En la ciudad de Pubol, se puede ver el castillo que Dalí compró para su musa Gala. Durante este viaje, podrá disfrutar de la degustación de los mejores vinos españoles en una de las catas de vino.
Blanes es un pueblo pequeño, pero también hay entretenimiento para todos los gustos. Aquí puede admirar los lugares de interés histórico o puede retirarse en uno de los jardines botánicos para disfrutar de la belleza de la naturaleza. Dos salas están en la misma montaña que la Torre de San Juan. Tanto adultos como niños estarán encantados con el parque acuático Water World. En el municipio de Santa Susanna hay otro interesante parque acuático "Marineland", pero no solo tiene entretenimiento, sino también un delfinario con un maravilloso espectáculo.
Las playas de Blanes son de arena y guijarros, separadas entre sí por acogedoras calas. Aquí puedes relajarte, tomar el sol y nadar, o puedes practicar tus deportes favoritos. Los entusiastas del buceo quedarán gratamente sorprendidos por la diversidad del mundo submarino: peces de colores, morenas, estrellas de mar, pulpos y erizos. La belleza de la costa se puede ver desde barcos y yates blancos como la nieve que ofrecen una variedad de excursiones.
Si llegas a Blanes a finales de julio, podrás encontrarte en un espectacular festival de fuegos artificiales que lleva más de cien años deleitando tanto a locales como a visitantes.