Los turistas y las personas que viajan por el mundo por motivos de negocios a menudo ni siquiera piensan en lo que les espera en cómodas habitaciones de hotel. Sin embargo, las habitaciones de los hoteles a veces están repletas de bacterias, cuya presencia en ciertos objetos ha sido confirmada por estudios recientes de científicos de Estados Unidos.
Un grupo de microbiólogos de la Universidad Americana de Houston realizó un experimento, durante el cual descubrieron muchas cosas nuevas sobre el estado sanitario de las habitaciones de hotel. Los científicos, bajo la guía del profesor Jay Neil, viajaron a tres estados de América: Indiana, Texas y Carolina del Sur. El propósito de su viaje era inspeccionar las habitaciones de hotel en busca de bacterias y, lo más importante, estudiar su número en un mueble en particular.
El experimento se llevó a cabo después del procedimiento de limpieza estándar realizado diariamente por las empleadas del hotel. Los científicos se armaron con las herramientas necesarias y examinaron cuidadosamente diecinueve elementos en cada número, tomando muestras de ellos para detectar la presencia de microorganismos dañinos. Como resultado, lograron aprender muchos datos interesantes.
Las alfombras en las habitaciones, los inodoros y los lavabos en los baños eran lugares predecibles para la acumulación de bacterias. Son ellos quienes a menudo obligan a los huéspedes a examinarlos cuidadosamente en los primeros minutos de registrarse en una habitación y exigen una habitación diferente en caso de signos obvios de suciedad.
Pero también se encontraron microorganismos dañinos en objetos inesperados que nunca despertaron sospechas de impureza. Resultó ser botones de teléfono, controles remotos de televisores y reproductores de DVD, interruptores de luz. La mayor acumulación de bacterias se registró en los interruptores de las lámparas de noche y de pie, así como en las consolas de televisión.
Después de examinar las habitaciones del hotel, los científicos de la Universidad de Houston decidieron realizar un experimento adicional. Tomaron muestras de los artículos que usan las sirvientas durante la limpieza. La cantidad de microorganismos dañinos en ellos se disparó: resultó que el balde, la fregona y los guantes de limpieza transportan una gran cantidad de bacterias, lo que los obliga a "viajar" por todo el hotel.
El resultado del trabajo se resumió en una conferencia en San Francisco, donde los científicos presentaron cifras serias: el número de bacterias en las habitaciones de los hoteles supera los estándares hospitalarios de dos a diez veces. Destacaron que este hecho no significa en absoluto la infección obligatoria de los invitados, pero el riesgo, sin embargo, existe.