Viajar en avión con niños es una situación estresante no solo para los viajeros jóvenes y sus padres, sino también para todos los demás pasajeros del avión. No en vano, algunas aerolíneas incluso han introducido vuelos gratuitos para niños, y este servicio es muy popular, especialmente si necesitas hacer un vuelo transcontinental en paz y tranquilidad.
Instrucciones
Paso 1
Realice el check-in para su vuelo en el sitio web de la aerolínea con anticipación. Esto le permitirá llegar al aeropuerto una hora más tarde. En el caso de un vuelo nocturno, también es una oportunidad para dormir un poco más.
Paso 2
Considere lo que llevará consigo en su equipaje de mano. A bordo, los niños necesitarán entretenimiento, esta función será realizada con éxito por dispositivos modernos (teléfonos inteligentes, tabletas), también puede llevar juguetes pequeños que no es una pena perder. Además, un conjunto de ropa será útil, especialmente si el niño está enfermo. Los más pequeños necesitarán un pañal de recambio y los productos de higiene que usas habitualmente. Asegúrese de abastecerse de toallitas húmedas, ya que los niños se tocarán y girarán en el salón y a bordo. En cuanto al agua potable, las reglas para su transporte cambian periódicamente, pero generalmente se permite llevar con usted biberones pequeños. Si el líquido ha sido incautado, se puede comprar en las tiendas del aeropuerto después de pasar por la aduana.
Paso 3
Vista a sus hijos de la manera más cómoda posible. La opción más adecuada es un chándal de punto: la sudadera se puede quitar si se desea y los pantalones, a diferencia de los mismos jeans, no causarán molestias durante una sesión prolongada. También es importante que los zapatos sean fáciles de quitar y poner en caso de que el niño quiera subirse a la silla.
Paso 4
Prepárese para el hecho de que el momento más desagradable del vuelo es el despegue y el aterrizaje, duran entre 20 y 30 minutos. Los niños a menudo tienen los oídos bloqueados, por lo que durante este período se les debe ofrecer agua o galletas a los más pequeños, tragarlos les ayudará a lidiar con este problema. Si el bebé es amamantado, vale la pena ponerlo en el pecho. Para los niños mayores, los dulces pueden ser útiles, pero en los vuelos chárter no siempre los ofrecen los asistentes de vuelo, por lo que es mejor tener los suyos. Las zonas de turbulencia pueden asustar incluso a un adulto, y mucho menos a un niño. En este caso, vale la pena prepararse para gritar y llorar, e idealmente para cada viajero joven (al menos en edad preescolar) debe haber un adulto que abrace al bebé y lo ayude a superar su miedo.
Paso 5
Esté preparado para el hecho de que no todo puede salir bien. Los niños pueden cansarse, asustarse, querer comer o dormir, por lo que no se pueden evitar los caprichos. Trate de ignorar las miradas enojadas y las exclamaciones de otros pasajeros si el bebé está llorando. Recuerda que el vuelo terminará tarde o temprano.