Los viajes siempre han atraído a la gente. Pero uno de los momentos desagradables de este tipo de vacaciones es que para viajar a países extranjeros, debe redactar un documento especial: una visa.
Una visa Schengen es un documento emitido por el Consulado de cualquier país miembro del Acuerdo de Schengen, que le permite visitar libremente cualquiera de los países del Acuerdo. Y esto no requiere la emisión de ninguna otra visa.
En 1985, cinco estados europeos firmaron un documento que abolió el régimen de pasaportes entre estos países. Este evento tuvo lugar en la ciudad de Schengen, de ahí el nombre de esta visa. Los viajeros podían moverse libremente por Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Alemania y Francia. Poco a poco durante las próximas décadas, otros estados europeos se unieron al Convenio de Schengen, y ahora hay casi 30 países que han aceptado los términos de este acuerdo.
Para obtener una visa Schengen, necesita un documento que confirme el propósito del viaje: una invitación de un particular o una llamada de negocios. La visa se abre en el consulado del país donde está invitado. Si su invitación comercial está destinada a visitar varios países, elija el que planea visitar desde el principio. Tener una visa Schengen le permite moverse por los países Schengen, pero esto no significa que no existan reglas específicas. Lo primero que hay que saber y hacer es ingresar al país que está en la visa, y solo luego visitar todos los demás. La segunda condición importante de la visa: su estadía en el país principal debe exceder el número total de días en otros países que ha visitado.
Hay varios tipos de visados Schengen. La más simple es una visa de categoría C. Se emite para una o varias visitas a los países de interés. El número total de estancias es de 30 días a 90 durante seis meses.
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