Islandia es uno de los países más magníficos del mundo por la belleza de sus paisajes. El país tiene muchos lugares increíbles y encantadores, y es por eso que el país entró en el top 10 de los países más interesantes del mundo. Una de las singularidades de Islandia es la playa negra.
Ubicación de la playa negra
La playa negra de Islandia se encuentra cerca del pueblo de Vik. Vik es un pequeño pueblo en el sur del país con solo un par de cientos de habitantes.
El pueblo, ubicado en la costa de la playa negra, tiene un clima peculiar que depende de la corriente de la Corriente del Golfo. Vik tiene el clima más húmedo de Islandia.
Junto con la playa negra, se puede distinguir uno de los atractivos igualmente importantes de Vic: el cabo Dirholaey. Se trata de un conjunto de rocas que, entrelazándose entre sí, forman arcos y se adentran en las profundidades del océano Atlántico.
¿De dónde viene el nombre de la playa negra?
En Islandia, la playa negra se llama Reynisfjara. Podemos decir que la playa se llama negra precisamente porque una estrecha franja de fina arena negra se extiende a lo largo de la costa durante cinco kilómetros. La formación de la playa negra duró más de cien años. Los volcanes son el factor principal en su formación. La lava que brotó de la boca del volcán llegó al océano.
Al interactuar con el agua, se enfrió lentamente y permaneció en la costa del océano durante mucho tiempo. Luego se convirtió en una roca sólida y homogénea, que lenta pero seguramente, bajo la influencia del océano y en el transcurso de ni un solo milenio, se transformó en fina arena negra. Todo este largo proceso ha llevado al surgimiento de una de las playas más hermosas del mundo.
La playa negra de Islandia es un lugar de vacaciones para muchos turistas
Los turistas que están de vacaciones en Islandia se apresuran a encontrarse en su playa negra. Ni siquiera se detienen por el hecho de que solo los temerarios más empedernidos podrán nadar en el océano, porque el agua en él es muy fría. Sin embargo, los turistas están ansiosos por visitar Reynisfjara, no tanto para disfrutar de su arena negra o zambullirse en las olas del Océano Atlántico, sino más bien para ver la magnífica belleza de estos lugares.
En Islandia, hay una leyenda según la cual los trolls intentaron hundir un barco con ovejas en su camino a Islandia. Sin embargo, sus intenciones no estaban destinadas a hacerse realidad, y al amanecer estos trolls se convirtieron en rocas. Ahora cientos de turistas de diferentes países vienen a admirar estas rocas.